Historias desde el terreno: Camboya, Argentina y Colombia

El impacto global de Fair Trade USA Comercio Justo Estados Unidos está respaldado por las historias reales de nuestra comunidad global. Cada éxito o área de crecimiento viene con experiencias individuales, ideas, pasiones y vidas mejoradas. En lugar de centrarnos solo en los números, nos gusta compartir las historias reales detrás de la etiqueta y enfatizar cómo su apoyo a los productos Fair Trade Certified estimula a las personas y al planeta.

Cuando se venden productos Fair Trade Certified, las empresas pagan una suma adicional de dinero que se destina al Desarrollo Comunitario Comercio Justo. Estos fondos permiten a los agricultores y trabajadores invertir en proyectos de desarrollo que abordan las necesidades más importantes de su comunidad, como el acceso a agua limpia, educación, vivienda y atención médica. Para compartir el impacto de los fondos y amplificar las voces de nuestra comunidad, recopilamos tres historias sobre el terreno en Camboya, Argentina y Colombia.

Svay Rolum, Camboya​

Con solo 22 años, Heng Sreyneat ya ha experimentado la dura realidad de vivir con un ingreso poco constante y, a menudo, es incapaz de ayudar con los gastos del hogar de su familia.

Al recordar su trabajo anterior como vendedor en una pequeña tienda de comestibles en su provincia, Heng está agradecida por su trabajo actual como personal de Control de Calidad en Meng Yee, una fábrica Fair Trade Certified en Camboya, y socia de J Crew. “Nunca hubo ingresos suficientes para cubrir incluso los gastos básicos”, recuerda. Entonces, cuando su hermana, que trabaja en la sección de recortes en Meng Yee, le sugirió que se postulara a la fábrica, Heng decidió intentarlo.

Con un sueldo regular, Heng aprecia la estabilidad en su trabajo actual. “La diferencia aquí es que sé exactamente lo que ganaré cada mes”, dice. Además de su salario y los beneficios exigidos por el gobierno, también tiene la oportunidad de ganar bonificaciones cuando se cumplen los objetivos de producción.

Otro aspecto de las operaciones de Meng Yee que Heng valora es su Programa de Comercio Justo. La participación de la fábrica en el programa significa que los trabajadores reciben fondos de las marcas que se abastecen de ellos que se invierten en el Desarrollo Comunitario Comercio Justo. Ese fondo es gestionado por los trabajadores e invertido en los proyectos que ellos votan para poner en marcha. Uno de ellos es el Red Pocket Project, por el que cada trabajador recibe un regalo en efectivo de 20 USD el día de su cumpleaños. “Es mi proyecto favorito”, comparte. “Es una forma sencilla de asegurarme de que tengo dinero para celebrar mi cumpleaños cada año”.

El Desarrollo Comunitario Comercio Justo también apoya a los trabajadores durante las temporadas de festivales. Se ofrece un subsidio de transporte que facilita que empleados como Heng regresen con sus familias durante días festivos importantes. “Ayuda a ahorrar dinero, que puedo usar para comprar regalos para mis padres”, dice, reconociendo cómo este pequeño proyecto agrega valor a su tiempo en familia.

Meng Yee también está avanzando en el pago de un préstamo familiar. El préstamo se tomó inicialmente para iniciar un pequeño negocio de abarrotes, que lamentablemente tuvo que cerrar. Compartir esto la emocionó un poco. Su voz transmitía su profundo deseo y su fuerte sentido de responsabilidad para ayudar a sus padres a saldar la deuda. Está agradecida de que su empleo actual le haya permitido ayudar a sus padres a pagar el préstamo y aliviar gradualmente la carga.

Heng enfatizó su pasión por el Programa de Comercio Justo y la posibilidad de que más fondos para el desarrollo comunitario pudieran ayudar a los trabajadores a administrar los gastos esenciales de subsistencia, como el alquiler, la electricidad, el agua y la comida. También compartió que el aumento de los fondos podría apoyar el futuro de su comunidad al proporcionar más educación y cuidado infantil.

Su esperanza es que la demanda de productos Fair Trade Certified se mantenga constante, asegurando un apoyo continuo para ella y sus compañeros de trabajo en Meng Yee. “Cuando la gente continúa comprando nuestros productos, ayuda a mantener los beneficios que recibimos a través de los proyectos de desarrollo comunitario”, dice.

​Tucumán, Argentina 

El Desarrollo Comunitario Comercio Justo ha hecho posible que los trabajadores agrícolas de Zamora Citrus realicen mejoras significativas en el hogar y lancen un programa de entrega de canastas de alimentos. Escuche a los trabajadores sobre cómo decidieron usar los fondos y cómo sus decisiones han mejorado a su comunidad:

Capulí Grande, Colombia

Anny Mera es la asesora de campo colombiana en Fair Trade US Comercio Justo Estados Unidos. Trabaja en estrecha colaboración sobre el terreno con las comunidades locales para brindar apoyo a al Desarrollo Comunitario Comercio Justo y facilitar la comunicación abierta entre los trabajadores y nuestra organización.

El mes pasado, Anny compartió que una inversión del Desarrollo Comunitario Comercio Justo de la Organización Brisas de Galeras se destinó a una planta de tratamiento de agua para una comunidad en Capulí Grande. Gracias al proyecto, 70 familias ahora tienen acceso a agua potable.

Antes de este avance, los habitantes de Capulí Grande estaban expuestos a enfermedades, como la enfermedad diarreica aguda (EDA), una de las principales causas de mortalidad infantil en las zonas rurales, y el parasitismo intestinal, causado por organismos patógenos presentes en el agua insalubre. Ahora, estas enfermedades ya no son una amenaza constante. La iniciativa mejora la calidad de vida de 280 personas y representa un paso significativo hacia un futuro más saludable y sostenible para la comunidad.

El acceso al agua potable significa una mejora de la salud de la comunidad y una disminución de los costos de la atención médica. Cuando las familias están seguras y saludables, pueden concentrarse en construir su futuro y fortalecer sus comunidades, todos valores clave en Fair Trade USA Comercio Justo Estados Unidos. En sus propias palabras, Anny compartió: “El agua es vida, y en Capulí Grande, ¡la esperanza fluye junto a ella!”